lunes, 30 de mayo de 2011

Cuidado con el "besito salado" de la fibrosis




La Asociación Colombiana de Neumología Pediátrica (ACNP) reveló que en el país nacen al año entre 50 y 100 niños con fibrosis quística. Este padecimiento genético provoca infecciones pulmonares y problemas digestivos que sin tratamiento oportuno pueden ser mortales.

La "enfermedad del besito salado", denominada así porque los niños que la padecen presentan elevadas concentraciones de sal en el sudor, se caracteriza por la acumulación en los pulmones de moco espeso y pegajoso que bloquea los conductos respiratorios.

Según la ACNP, la Fibrosis Quística se convierte en una patología peligrosa debido a su difícil diagnóstico."En Colombia es común que la Fibrosis Quística sea diagnosticada tardíamente. Se detecta cuando ya se ha presentado el daño pulmonar y pancreático provocando alta mortalidad en los afectados", aseguró la neumóloga pediátrica Catalina Vásquez Sagra, quien añadió que esta dolencia está enlistada como una enfermedad huérfana.

Esta enfermedad tiene mayor incidencia en la población caucásica y en el país se presenta con más frecuencia en Bogotá, Antioquia, Boyacá, el Eje Cafetero y en la ciudad de Barranquilla.

Entre los síntomas más frecuentes de la fibrosis quística figura: sudor excesivamente salado, retardo en el crecimiento, dificultad para subir de peso o pérdida del mismo, diarreas abundantes y aceitosas, infecciones respiratorias persistentes, tos crónica, sonido silbante durante la respiración y fatiga.

Con frecuencia los pacientes con fibrosis quística experimentan afecciones en el páncreas (insuficiencia pancreática exocrina) que generan una eliminación de heces con grados altos de grasas.

"Es necesario realizar un diagnóstico precoz. Para su detección, juega un papel central la manifestación típica de la enfermedad Fibroquística: las altas concentraciones de sal en el sudor", apuntó.

La especialista recordó la vital importancia de realizar controles a los recién nacidos para evitar que esta delicada patología sea confundida con afecciones comunes en la infancia.

"La Fibrosis Quística no tiene curación definitiva, pero con un diagnóstico oportuno y con los avances médicos se les puede brindar a los niños la posibilidad de llegar a una vida adulta normal, tranquila y productiva", finalizó Vásquez Sagra.

Médicos: lávense las manos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que hasta el 60 por ciento de los profesionales sanitarios no mantiene una higiene de manos apropiada cuando está en contacto con los pacientes, pese a que es una medida necesaria para reducir las infecciones nosocomiales.

Así lo aseguran con motivo de la jornada mundial Salva vidas: lávate las manos que celebrarán hoy para fomentar una mejor higiene entre los profesionales sanitarios, ya que se trata de "uno de los métodos más simples y eficaces" para proteger a los pacientes.

"Los retos son enormes pero también lo son los beneficios: salvar vidas, mejorar la seguridad del paciente y lograr una atención más limpia para millones de pacientes y sus familias", ha asegurado este organismo.

Según insisten, cualquier profesional sanitario debe lavarse correctamente las manos antes y después de ponerse en contacto con un paciente, para protegerse de los gérmenes que puedan tener uno u otro, y especialmente antes de realizar una tarea séptica, ya que en este caso los gérmenes podrían entrar en el organismo del propio paciente.

Además, desde la OMS aseguran que para lavárselas correctamente son necesarios de 40 y 60 segundos, frotándose las palmas, los dorsos y las puntas de los dedos.

El rostro científico de Amiens




En marzo de 2006, la doctora Sylvie Testelin reveló la meta total, que de cumplirse, le haría sentirse plenamente gustosa de haber inscrito su nombre en las páginas de la historia de la medicina: "Cuando Isabelle pueda dar un beso, nuestro éxito será completo", le dijo al diario El Clarín.

Cuando Testelin respondió la entrevista al periódico argentino apenas habían pasado cinco meses desde el trasplante de cara que ella y un nutrido equipo de especialistas llevaron a cabo de manera exitosa en Amiens, una pequeña ciudad del norte de Francia.

Cinco años después, la doctora Testelin habla con entusiasmo acerca del resultado final de la intervención. No hubo nota aclaratoria en los anales de la historia.

"Isabelle está perfecta. Tú ni siquiera la reconocerías", dice esta experta en cirugía maxilofacial, invitada internacional del Congreso de Otorrinolaringología, organizado por la asociación colombiana de la especialidad, que tuvo lugar esta semana en la ciudad de Cartagena.

Para esta especialista, Phd. de la Universidad Picardie Jules Verne, la clave en la recuperación de Isabelle Dinoire -quien perdió su rostro por cuenta de su propio perro-, estuvo en el acompañamiento que tuvo antes y después de la intervención, en especial un apoyo que la mantuvo alejada de los medios que proyectaron su rostro en cada pantalla del planeta.

"Es mi cara", le dijo Dinoire a Testelin con motivo de los cuestionamientos desatados a partir del trasplante.

Algunas voces críticas llegaron a afirmar que el nuevo rostro de Dinoire, madre de dos hijos, no le pertenecía y por ende la paciente desarrollaría problemas de identidad. "¡La persona que me pueda quitar mi cara no ha nacido todavía", remató, enfática, Dinoire.

"Es su rostro. Ella jamás se preocupó por esto. Psicológicamente, depende de tu paciencia y el contexto del paciente", explica.

Con un rostro nuevo, después de rechazar las ofertas mediáticas que le llovieron desde los más apartados rincones del mundo, recuperada su movilidad facial, Isabelle mantiene un bajo perfil.

El rostro más popular del momento, dice Testelin, puede pasar ahora casi inadvertido. "Ella puede mirar a la gente porque su cara es normal. Fue difícil al principio cuando no tenía motricidad o fluidos faciales, o cuando había riesgo de un rechazo. Ella ahora va al centro comercial o a una fiesta. Tiene una vida normal".

Después de Dinoire, los especialistas del Complejo Hospitalario Universitario de Amiens sacaron adelante otro trasplante de cara. En el mundo van 17 , entre los cuales se han presentado tres rechazos.

Tratar de evitarlos: en eso trabaja ahora la doctora Testelin: "Estamos evolucionando cada día con el trabajo de otros científicos y el propio. Estamos avanzando históricamente, psicológicamente, éticamente, en cirugía, en sensibilidad. Hay muchos, demasiados campos nuevos de investigación abiertos en el campo de los trasplantes de rostro".

» Contexto

1- Los trasplantes de nariz y boca, según los especialistas quirúrgicos, hacen parte del grupo de intervenciones  más complejas de la medicina contemporánea. 

2- China, Estados Unidos, Australia y Francia son los países que han incursionado en este tipo de trasplantes. Los científicos investigan la causa de los rechazos.  

3- El Hospital Militar de Colombia avanza en el trasplante de John Diego Riascos. De llevarlo a cabo, éste sería el primer trasplante de cara en Latinoamérica.

El San Vicente entra en una nueva era

Para Julio Ernesto Toro, director general del San Vicente Fundación (nombre con el que hoy se conoce al San Vicente de Paúl), hay tres momentos que marcan la historia de la institución médica con mayor trayectoria en la ciudad de Medellín.

El primero es la fundación, el segundo empieza a principios de los noventa con la aprobación de la ley 100, lo que marcó un cambio importante en la prestación de sus servicios. "La tercera etapa es la aparición del hospital de Rionegro", afirma.

Se espera que para finales de julio empiece a operar este centro médico que cuenta con 450 camas, 67.000 metros cuadrados construidos en un espacio de 17 hectáreas.

"Prácticamente es doblar el hospital. Nosotros creemos que cuando el hospital de Rionegro esté con la construcción completa y todo funcionando, equivaldrá a un 80 por ciento de lo que es el hospital de Medellín hoy", revela Guillermo Valencia, coordinador de la sede de Rionegro.

Julio Ernesto Toro afirma que este hospital marca un hito dentro de la historia de la fundación, próxima a cumplir los 100 años: "Este hospital es la expresión del deseo de consolidación de esta institución. Es la voz de la institución que dice: sí me voy a quedar en lo que estoy y sí le voy a prestar el servicio a la comunidad de manera amplia y generosa como siempre lo ha hecho".

El legado
El capítulo uno del "génesis" del San Vicente de Paúl cuenta que un grupo de patriarcas industriales antioqueños decidió, a principios del siglo XX, acondicionar un centro médico de vanguardia para reemplazar el Hospital San Juan de Dios, que se encontraba en condiciones deplorables.

Al frente de ese grupo estaba Alejandro Echavarría Isaza, uno de los personajes más influyentes en la economía antioqueña del siglo pasado.

Cuando su esposa estaba a punto de fallecer, Echavarría le hizo saber a sus hijos su amargura. Ni siquiera él, con todo su dinero y poder, podía contar con los servicios médicos para vencer la enfermedad de su esposa en un poblado aislado por las montañas.

Si él mismo se sentía impotente, dice la leyenda que fue el cálculo del patriarca industrial, ni qué pensar de los más pobres. "He resuelto fundar un hospital, pero un hospital grande, muy grande, que tenga siempre la capacidad suficiente para albergar a todo hijo de Antioquia y del resto del país que necesite de sus servicios", le dijo Echavarría a sus hijos según cuenta la historia fundacional.

98 años después, ese hospital "grande, muy grande", se quedó pequeño. Declarado patrimonio arquitectónico en 1996, las instalaciones del San Vicente, construido en los años 20, no se pueden alterar.

La sede de Rionegro, asegura Julio Ernesto Toro, contará con los espacios necesarios para desarrollar la medicina contemporánea. Además, sigue con la tendencia a invertir en ese polo de desarrollo en el que se ha convertido el Valle de San Nicolás.

"Para 2005, el oriente antioqueño tenía unos 650 mil habitantes, más la población flotante de Rionegro y no había una sola entidad de alta complejidad en la región", afirma Valencia.

Otra de las oportunidades en el mercado que identificaron, es un fenómeno similar al del " baby boom " estadounidense, en el que la mayor expectativa de vida representa servicios de salud de mayor complejidad. "El perfil epidemiológico en Colombia apunta a que cada vez hay mayor enfermedad compleja porque la población se está envejeciendo", señala Valencia.

La idea detrás de este "hospital de hospitales" es, precisamente, lograr un nivel de especialización superior al que ya se da en la sede Medellín.

"El Hospital San Vicente es un hospital general basado en la alta complejidad", afirma Valencia, "aquí (sede Medellín) acude toda la demanda del paciente urgente. Los programas que son electivos, que pueden ser programados, a veces se ven desplazados por la urgencia. En Rionegro vamos a tener un hospital más enfocado hacia lo electivo, a los pacientes que van en búsqueda de una tecnología específica de atención".

Un siglo más
Otra de las ventajas que quiere aprovechar el San Vicente en Rionegro es la cercanía con el aeropuerto. Según su director general, ya se han promocionado en el exterior intervenciones médicas para extranjeros.

Inicialmente, el centro médico hará énfasis en los problemas cardiovasculares, gastropatologías y trasplantes. En unos cuatro años, la segunda etapa del cronograma espera poner a punto los centros de neurociencia, cirugía reconstructiva, psiquiatría y trauma mayor.

Guillermo Valencia espera que la mayor especialización impulse tanto la docencia como la investigación, áreas en las que el San Vicente se ha probado con la mejor calificación a lo largo de estos casi 100 años de historia. "Los especialistas van a estar más enfocados en un servicio específico. Eso da una curva de aprendizaje más acelerada. Se reduce el campo de acción pero se incrementa la complejidad", complementa. 

Sin salud, más de mil millones de humanos

La crisis económica internacional ha agravado la exclusión de los más pobres de los servicios médicos esenciales, denunció la organización no gubernamental Médicos del Mundo, que realizó un acto simbólico frente al recinto donde se celebra la Asamblea Mundial de la Salud.

En una conferencia de prensa, la directora de Médicos del Mundo en Suiza, Pascale Giron, afirmó que 1.300 millones de personas -una quinta parte de la población- no tienen acceso a los servicios de básicos de salud.

"Las desigualdades afectan particularmente a los niños y mujeres. Cada día, 22.000 niños mueren en el mundo por problemas que pueden tratarse fácilmente y 1.000 mujeres fallecen por complicaciones en el embarazo", dijo Giron.

Príncipes en neurociencia




Los neurocientíficos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti, galardonados ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2011, son tres referentes mundiales de la neurología por aportar pruebas sólidas para la regeneración de neuronas en cerebros adultos.

Los tres neurocientíficos han abierto vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro como alzhéimer, párkinson o autismo.

El estadounidense Joseph Altman comenzó sus investigaciones en 1961 y descubrió la neurogénesis en adultos y, aunque en su momento este hallazgo recibió muy poca atención, en los años noventa se demostró la veracidad de su teoría.

El mexicano Arturo Álvarez-Buylla trabaja con la neurogénesis del cerebro de los mamíferos adultos, el ensamblaje del cerebro, los tumores cerebrales y su curación.

Giacomo Rizzolatti, italiano, descubrió en el cerebro de los monos un tipo de neuronas que se activan no sólo cuando el individuo realiza una acción concreta, sino también cuando observa a un congénere realizar la misma acción, y fueron denominadas "neuronas espejo".




Ellos huían sin dejar "huellas"

Ellos huían sin dejar "huellas"


Jesús David Hernández Grisales, alias "Chaparro", llevaba varios meses, tal vez años, lacerándose, hiréndose cada uno de los diez dedos de sus manos.

Utilizaba un bisturí o algún instrumento quirúrgico de vértice fino, pues las cicatrices traspasaban la dermis y la epidermis. Las suturas llegaban a más de un milímetro de profundidad, según el perito de la Sijín, de la Policía, que en principio asumió el caso.

"El término preciso es 'automutilación'. Seguramente se hacía un torniquete para contener la sangre. Lo más probable es que se valiera de anestesia, porque el dolor que se puede sentir es insoportable", declara otro investigador.

Pero son hipótesis. Lo único claro es que las huellas que este hombre plasmó en la tarjeta decadactilar, al momento de su captura, dejaron ver, a través de una lupa, cicatrices diminutas e inciertas instaladas en los núcleos (o centro de las yemas).

Esta historia comenzó a las 10:25 de la noche, del pasado 13 de mayo. A esa hora, hombres de la Dirección Nacional de Antinarcóticos de la Policía llegaron hasta el apartamento 715, de un conjunto residencial, en Envigado, Antioquia.

Un hombre, sin mostrar asomo de alteración, abrió la puerta y se identificó como José Guillermo Machete Alarcón, con cédula de ciudadanía No. 3025023, de Fúquene, Cundinamarca.

El documento resultó ser fidedigno. Sin embargo, un experto en "documentología" de la Sijín no tardó en advertir que, tanto el nombre como la fotografía, habían sido puestas encima de las originales.

Igual sucedió con las huellas. "Como eran cicatrices muy hondas, es decir, de carácter definitivo que alteran el dibujo dactilar para siempre, nos pareció más que sospechoso", agrega el dactiloscopista.

La identificación plena del capturado solo se logró al analizar el dedo siete o índice izquierdo, pues era el que menos intervenciones exhibía.

Dichas impresiones fueron cotejadas con la base de datos de la Registraduría Nacional de la Nación, y el resultado fue el que ya todos conocen: que se trataba de los dedos de Jesús David Hernández Grisales, alias "Chaparro", uno de los hombres más buscados en Antioquia y sobre quien pesaban una condena y seis órdenes de captura vigentes por los delitos desplazamiento forzado, homicidio agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas de fuego.


¿Sabía lo que hacía?
"Quien le hizo esas heridas a 'Chaparro' tiene conocimiento en dactiloscopia, porque se nota la intención de cambiar lo que nosotros llamamos el rumbo de las crestas en las huellas", prosigue el funcionario consultado.

Aún con estos hallazgos, alias "Chaparro" se rehusó a dar algún dato al momento de la legalización de la captura.

-¿Puede darnos los nombres y los apellidos completos?-preguntó el Juez."Yo voy a guardar silencio", respondió.

-¿Donde vive?"Como le dije anteriormente, señor Juez, ya el doctor (su abogado) va a dar todo de conocimiento", insistió.

-¿Es hijo de quien?"Mi abogado... está en mi defensa, yo voy a guardar silencio".

¿Quiere decir que le da el uso de la palabra a su defensor para efectos de que suministre los datos de identificación de usted? Y de nuevo calló.El caso de alias "Chaparro" deja muchas preguntas. ¿Qué tanto un ser humano puede modificar la información que guardan consigo las huellas dactilares, o, en su defecto, el rostro?

Dactiloscopistas del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía, ajenos al caso, creen que cirujanos o incluso dermatólogos, pueden estar detrás de este tipo de intervenciones.

¿Es posible entonces borrarse las huellas dactilares definitivamente? Mientras acerca su ojo a un cristal de aumento, el entrevistado del CTI responde: "No, tendrían que amputarse los dedos. Todos tenemos huellas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Es nuestro mapa personal y a eso, por más que queramos, no podemos renunciar".

A esa idea se adhiere María Esther Castillo, médica especializada en cirugía de la mano y directora del Hospital Universitario Mayor (Mederi), de Bogotá.

"Tendrían que injertar todo el tejido de la extremidad, y ese no es un procedimiento viable. Con elementos cortopunzantes podrían dejar cicatrices imborrables, pero tenga en cuenta que los dedos quedan hipersensibles al tacto", dice.

Solo en algunos ancianos mayores de 70 años, dice Castillo, se ha visto que las huellas van desapareciendo, pero como una consecuencia del inexorable paso del tiempo.

Pero si cambiar de identidad de la noche a la mañana aún no parece una maniobra viable, la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía ha sido testigo de extrañas cirugías que en principio generaron confusión.

El 26 de julio de 2005, se desmoviliza Rodolfo Useda Castaño, alias "Julio Castaño", comandante del Bloque Libertadores del Sur de las Autodefensas Unidas de Colombia.

En versión libre, además de confesar 99 crímenes y de señalar sus relaciones con varios políticos del departamento de Nariño, este hombre dijo que se había practicado una cirugía para cambiarse los "pulpejos" de las huellas (parte carnosa del dedo).

"El ex paramilitar quiso distorsionar su índice derecho, agregándole otro núcleo, lo que le cambió la clasificación. Sin embargo, por los otros dedos de las manos lo pudimos identificar fácilmente", reveló el experto encargado del caso.

Cambio de rostro
El doctor Juan Hernando Santamaría Durán, presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica y Reconstrucctiva, pone de presente que no es posible intentar cambiar un rostro completamente, al estilo de Juan Carlos Ramírez-Abadía, alias 'Chupeta' (narco capturado en Brasil el 7 de agosto de 2007).

"Lo de alias 'Chupeta' fue una cirugía deformante, pero no definitiva. Le ayudó a camuflarse, seguramente. Lo que veíamos en aquella película 'Contracara' (Con Nicolas Cage y John Travolta) no es real. Todos tenemos dentro de nuestro rostro unas medidas que no son modificables".

Respecto a la intervención de las huellas, insiste en que solo se podrían modificar quemándolas. "Los surcos digitales se pierden si la quemadura es profunda. ¿Cómo lo hacen? No tengo la menor idea. Imagino que utilizando sustancias y ácidos muy agresivos".

Santamaría agrega que, a razón de la ética y el juramento Hipocrático, es muy difícil que un cirujano plástico acepte tener como paciente a alguien que intente sepultar de tajo tanto su huella como su rostro.

Pero casos hay. Lorití Breuel, la célebre cirujana que operó a alias "Chupeta", en Sao Pablo, le dijo a la prensa de Brasil que actuó bajo el principio de la buena fe.

En ese mismo país fue donde, al parecer, se operó el asesinado narcotraficante del Norte del Valle, Hélmer Pacho Herrera. Un antiguo trabajador suyo (quien certifica haber pagado una condena de 12 años de cárcel en Nueva York) recuerda que fue testigo del cambio en la fisonomía de Herrera. "Estuve en Europa un tiempo y cuando vuelvo, de repente llego a un salón donde hay siete u ocho personas y reconozco al 'señor', pero solo por la voz", testifica.

Una crónica del diario El Tiempo , publicada el 2 de septiembre de 1996, deja constancia que a Pacho Herrera solo lo identificaron a través del cotejo dactilar.

"A las 2 de la tarde, el director de la Policía, general Rosso José Serrano, entró a la iglesia Cristo Obrero de Yumbo (Valle), y tras recibir la bendición del párroco, tomó del brazo a un hombre de traje azul y finos modales que decía ser Pacho Herrera, pero que en nada se parecía al que conocían las autoridades y el país", dice el texto.

Pero pese a los intentos de suplantación, al final la verdad ha salido a la luz. Otro que lanzó el anzuelo más recientemente fue el ex paramilitar Pablo Emilio Quintero Dodino, alias "Bedoya" (del Bloque Central Bolívar de las Auc, con influencia en Barrancabermeja).

Se presentó a Justicia y Paz con el nombre de Camilo Andrés Rodríguez Contreras. Todo parecía encajar, hasta que en el CTI notaron que en la parte marginal de su índice izquierdo, sobresalían surcos extraños.

Y, pese a que la Fiscalía de entrada supo su verdadera identidad, tuvieron que pasar dos años para que alias "Bedoya" confesara.

Fue en la versión libre que rindió el 7 de junio de 2007. Ese día no solo contó cómo había asesinado, a mano propia, al periodista José Emeterio Rivas (muerto el 25 de octubre de 2003), sino que soltó un par de perlas más. Una: que se puso el alias de "Bedoya" por la admiración que le profesaba al ex general de la República, Harold Bedoya. Y la última: que en Bucaramanga había pagado 3 millones de pesos por el cambio de huella, una plata que, por lo visto, se perdió.